A medida que se avance en nuevos estudios se demuestra que existen grandes beneficios de los bosques cercas o situados dentro de las ciudades como aquellos que se encuentran en sitios lejanos de las urbes. Tanto los urbanos como los lejanos aportan enormes beneficios a la regulación de los sistemas globales del clima, el agua y la biodiversidad, estos ecosistemas son esenciales para la salud y la calidad de vida de las personas.
La mayor parte de la población del mundo viven en las ciudades, y en su diario vivir mientras se divierten, se toman un café o salen de compra no piensen en la importancia de un bosque en su ciudad, mucho menos de aquellos que se encuentran a muchos kilómetros de sus residencias. Sin embargo, hoy día ya hay una gran cantidad de habitantes que reconocen cada vez más los beneficios de los arboles urbanos para reducir el estrés, secuestrar carbono, limpiar y enfriar el aire, pero dan poca importancia a los beneficios que se reciben en las ciudades de los bosques que se encuentran fuera de su perímetro (Urban shiftcities, 2023).
En los últimos años se ha podido reconocer que tanto los bosques urbanos y los bosques lejanos fuera de las ciudades aportan enormes beneficios. Investigaciones dirigidas por WRI y Pilot Projets por medio de la iniciativa Citiesforests resumen los beneficios de los bosques a tres escalas, el interior, cercana y lejana, que estos ofrecen a las ciudades.
Los bosques situados fuera de los centros urbanos aportan beneficios como reguladores de los sistemas globales del clima, el agua y la biodiversidad. Fuera de las ciudades, el mantener los bosques tropicales en pie puede reducir la propagación de enfermedades infecciosas, incluidos los nuevos virus de los animales huéspedes a los seres humanos.
Según el World Resources Institute, los bosques especialmente los biodiversos proporcionan planos para nuevas medicinas, hasta un 95% de la población de los países en desarrollo confían en los remedios naturales para su atención primaria. Para fabricar antibióticos, soluciones antinflamatorias y analgésicos utilizados en todo el mundo.
Los bosques mantienen a los polinizadores que ayudan a producir alimentos urbanos. Alrededor del 35% de los alimentos producidos en el mundo proceden de 800 plantas que dependen de la polinización de insectos y otros animales.
Proteger los bosques biodiversos puede reducir los riesgos de enfermedades zoonòticas y trasmitidas por vectores. La conservación de los bosques tropicales y mantener altos niveles de biodiversidad pueden reducir la transmisión de algunas enfermedades infecciosas al ser humano.
Los bosques ayudan a proporcionar agua y a prevenir las inundaciones, los bosques interceptan y almacenan el agua de lluvia, pues sus raíces actúan como esponjas, reduciendo el agua en el subsuelo cuando hay demasiadas y liberándola lentamente durante periodos más secos.
Los bosques ayudan a frenar el cambio climático, mitigar y adaptarse a él, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de fuente de transporte. Los bosques enfrían el aire y reducen la demanda de energía. Los arboles urbanos y rurales secuestran carbono en la madera y el suelo. La conexión entre las ciudades, el agua y los bosques funcionan en tres niveles: los bosques interiores, los bosques cercanos y los bosques lejanos. Los situados fuera de las ciudades especialmente los bosques tropicales son grandes depósitos de carbono que se liberan si se talan o degradan (World Resources Institute).
En aras de una mejor salud en las ciudades, y preservación de los recursos naturales, la conservación del bosque surge como una estrategia para que esos depósitos de carbono sigan protegidos y los bosques sigan absorbiendo más carbono con el tiempo, lo cual supone una mayor mitigación del cambio climático. Con una buena estrategia de conservación de los bosques en las ciudades, estas pueden desempeñar un papel importante y contribuir con los compromisos de la reducción de emisiones.
Una realidad latente es que los bosques urbanos son los que están más bajo el control de las ciudades, sin embargo, el compromiso debe ser con los tres niveles de bosques, lo cual es clave para el futuro sostenible de las ciudades. Un hecho comprobable es que alguno de los mayores beneficios para las ciudades pueden obtenerse conservando los bosques fuera de sus límites. En este contexto espacial y decisiones surgen interrogantes muy marcados entre estos:
¿Cómo pueden las ciudades proteger los bosques interiores, cercanos y lejanos?
En el caso de los bosques interiores definir los parámetros de conservación local, ligada a la normatividad nacional e internacional, como también con el uso de instrumentos de planificación territorial, el POT, planes de desarrollos entre otros, la participación de la comunidad, el sector privado, y la activación de mecanismos de financiación sostenible.
En el caso de los bosques cercanos, las ciudades deben colaborar con sus gobiernos regionales y nacionales y con los propietarios privados para gestionar mejor los bosques. Se debe cartografiar la distribución de los bosques en las cuencas e identificar donde se están perdiendo, las ciudades y priorizar las iniciativas de conservación y restauración.
Por su parte en los casos de los bosques lejanos, las grandes y pequeñas ciudades deben comprender mejor como afecta a su huella forestal el consumo de los productos básicos de riesgo para los bosques, como la carne de vacuno, la soja, aceite de palma, el caco, entre otros.
La importancia del bosque lejano para la ciudad se establece mediante el establecimiento de un programa de bosques asociados entre una ciudad y un bosque especifico. Las ciudades pueden empezar a adquirir productos básicos procedentes de bosques cultivados y explotados de forma sostenible.
Es importante el establecimiento de relaciones con organizaciones expertas en la conservación de los bosques tropicales y la sensibilización a través de campañas de comunicación pública también pueden conducir a un consumo más sostenible. En el establecimiento de acciones también es importante identificar los mecanismos de financiación sostenible en las ciudades para la protección y la gestión de los bosques secos y los gastos de infraestructura.